martes, 26 de junio de 2007

El juego de las palabras 3

El cuento de Bea:

Sol, hijo de una hermosa estrella, nació hace miles de años para dar vida a muchos hermosos lugares, entre ellos había uno que siempre fué su favorito, era Terra. Le gustaba mucho y nunca paraba de observar lo que en su interior ocurría. Terra nació sana y bella y le agradeció a Sol todo su esfuerzo desarrollándose de una manera maravillosa, regalándole ríos, océanos, flores, árboles, un cielo, una luna, nubes, montañas, diferentes colores, sabores y aromas...Ante tanta belleza Sol y Terra quisieron crear seres igualmente bellos que pudieran disfrutar de todo lo que terra tenía para ofrecer. Estos seres formaban parte de terra, estaban conectados a ella y a Sol y crecían, jugaban y se amaban entre tantas cosas hermosas que terra contenía. Cuidaban mucho a Terra y a Sol, así como a todos sus hermanos. Vivían en comunidad, compartían los atardeceres aún no estando en el mismo lugar, adoraban la lluvia, comían los alimentos que terra les había regalado con disfrute, y apreciaban con cariño y admiración todos los dones que aquel lugar hermoso que no era otro que su misma madre y a la vez su esencia les ofrecía....
Pero estos seres tenían la capacidad de la cre-acción al igual que Terra y Sol y se divertían mucho creando miles de cosas...

Miles de atardeceres fueron pasando y no se sabe muy bien porqué, pero poco a poco, algo fué cambiando. Algunos de esos seres crearon cosas muy buenas y otros crearon cosas que fueron haciéndolos más solitarios, se fueron desconectando lentamente de sus orígenes y dejaron de admirar todo lo que Terra y Sol había creado para ellos. Dejaron de mimarlos como antes y Terra y Sol estaban un poco tristes por ello, pero sabían que en el interior de todos esos seres, en algunos más escondida que en otros, brillaba la luz de su propio ser, su esencia que a la vez les hacía parte de una misma cosa.Sol veía como Terra estaba envejeciendo rápidamente y no sabía que hacer por ella. Pero él seguía observando como siempre lo que en ella ocurría y veía como muchos de estos seres salían a disfrutar en solitario o en pequeños grupos los reductos de tanta belleza que en terra aún quedaban. Allí se sentían libres, sentían la tranquilidad y la paz en su interior y de alguna manera se daban cuenta de que aquellos paisajes no eran un mero escaparate sino que eran ellos mismos, de que juntos formaban un todo.
Sol se entusiasmó y quiso brillar más fuerte que nunca y así lo hizo...
Entonces, en Terra nacieron unos tomativos verdes. Aunque eran todos verdes había muha biodiversidad entre ellos, unos eran grandes y abultados, otros eran más pequeñitos, unos eran más suaves y uniformes y otros más rugosos y con recovecos. Procedían de diversos sitios, unos de la Tundra, otros del desierto, otros de Encinarejo, otros de Trassierra, ...pero la magia que había en ellos hizo que se fueran encontrando en los bares, porque aunque estos tomatitos eran muy especiales eran a la vez modernos y adaptados a su tiempo. Y pedían cañas y más cañas, y hablaban, reían, bailaban y poco a poco fueron siendo conscientes de que compartían los mismos sueños, que todos querían un cambio. Y decidieron unirse para emprender un viaje hacia sus orígenes, hacia esos tiempos perdidos en los que los seres en comunidad vivían sintiendo lo que eran y gozaban de ello por tanta belleza.

Los tomatitos verdes decidieron iniciar una Rehuerta Popular, a ella se unieron Pimientos, Berenjenas, Calabacines y otros seres de Terra y juntos iniciaron el viaje, tenían un compromiso: reconectarse con Terra; y un largo camino por recorrer, camino sinuoso, en el que seguro iban a encontrar muchas dificultades pues la situación de Terra ya no era nada fácil...
Terra y Sol bailaban de alegría al verlos. Terra había recuperado su vitalidad y tenía en ellos mucha confianza. Terra y Sol seguirían esperando alegremente el final de ese viaje, el atardecer en el que pudieran volver a abrazar a todos sus seres y sabían que ese momento llegaría, ya que ellos iban a estar ahí, uniendo su fuerza a la de ellos.
Sol seguiría brillando con toda su energía para darles la luz que necesitaran en el camino y terra seguiría con su magia poniendo a cada paso del camino todo lo que los rehuertarios necesitaran.

Amantxu (Bea).

No hay comentarios: